¿Cuatro años más del Getxo de las carencias?


Getxo tiene un enorme potencial para dejar de ser el pueblo de las carencias. Un enorme potencial para ofrecer a sus vecinos y vecinas mejores servicios públicos y mejores entornos donde vivir.


Getxo es el municipio con mayor renta media anual de Euskadi: 20.293 euros. Para alcanzar esa cifra un hogar con un hijo tiene que tener dos salarios de 2.536 euros/mes. Si tuvieran dos hijos, los salarios ascenderían a 3.382 euros/mes cada uno. Siendo el sueldo medio de Euskadi 2.051 euros/mes, es normal que no conozcamos muchas familias getxoztarras en una situación tan cómoda. La pregunta entonces es: ¿cómo de altas son las rentas altas de Getxo para que la media sea tan elevada?. ¿Cuántos de nosotros y nosotras podemos sentirnos parte de ese supuesto ciudadano medio de Getxo? La desigualdad en Getxo es clara y manifiesta. Lo es en los barrios, pero sobre todo lo es en las políticas municipales. Cuatro décadas de gobiernos del PNV moldeando un Getxo de carencias para quien no puede pagarse lo privado. Un Getxo sin suficientes residencias, sin suficientes haurreskolak, sin suficiente vivienda pública ni protegida, sin plazas suficientes en escuela pública, sin suficientes centros de día para mayores, sin oferta cultural ni de ocio para los y las jóvenes, sin suficientes espacios verdes, con unos polideportivos casi en ruinas y con listas de espera en los servicios sociales. Si estás en el privilegiado grupo de la supuesta “renta media” del municipio o vives en los barrios para los que gobierna el PNV, entonces podrás pagarte todo eso: una residencia privada para tus padres o abuelos, una escuela concertada (incluso del opus) y extraescolares para tus hijos, irte de escapada los fines de semana, una canguro a diario, el teatro y los potes, el seguro médico… ¿Cómo un municipio con 118 millones de presupuesto anual puede albergar tantas carencias para sus habitantes? No lo comprendemos. Pero sobre todo, no lo compartimos. Han moldeado un municipio para el crucerista y para el visitante que viene a pasar una soleada tarde del sábado. Pero Getxo es también Areeta, Romo, Neguri Langile, Algorta y Andra Mari: los barrios donde sus vecinos y vecinas vivimos el día a día. Cubrir dignamente las necesidades básicas y los servicios o equipamientos que necesitamos debería ser la prioridad. Es nuestra prioridad. En Getxo necesitamos otra residencia pública en el centro urbano y, para cada barrio, un centro de día y una nagusien etxea para los mayores donde puedan desarrollar sus actividades (gimnasia, pintura, baile, talleres, excursiones, seguimiento médico y atención social…) de manera autogestionada junto a la colaboración municipal. Esto es lo que había en la Nagusien Etxea de Romo, pero lo derribaron junto al histórico edificio de Lope de Vega 12.

Hay que proteger y poner en valor el patrimonio de los barrios: recuperar los edificios derribados de Romo y el kiosko de la plaza San Nikolas. No solo es patrimonio lo que aparece en las fotos de reclamo turístico, sino lo que hace que cada barrio sea único. Debemos intervenir en el mercado de la vivienda, para que la gente joven no tenga que irse a vivir a otras zonas o para que los y las getxoztarras no tengan que dedicar la mitad de sus ingresos al alquiler o hipoteca. Declarar Getxo como zona tensionada, movilizar la vivienda vacía, y paralizar los proyectos de construcción de vivienda privada y priorizar la vivienda protegida y de alquiler social. También habilitar espacios para el cohousing. ¿Y por qué no poner la educación pública en el centro? Mayores inversiones en infraestructuras, reforzar el papel de las AMPAs, apoyar desde lo local la inclusión y la no segregación, crear una Foro Municipal de Educación que siente a profesionales, padres y madres y políticos en la misma mesa y declarar un Día de las Escuelas Públicas de Getxo, para darles visibilidad y ponerlas en valor. El Ayuntamiento debería exigir a Gobierno Vasco que no desmantele la sanidad pública en Getxo. Existen plazas de medicina general y de pediatría sin cubrir. La atención de psicología es claramente insuficiente y hay que reforzarla, desde Osakidetza y/o desde el Ayuntamiento. Tenemos que revitalizar el comercio dando vida a las calles y los barrios y mediante un Plan de Transmisión Empresarial que evite cierres, para crear empleo de calidad y no sólo en sectores precarizados como la hostelería. El año pasado miles de personas disfrutamos de la cultura en la calle con el kalefest!. Demasiado entretenido como para ser gratis, debió pensar la alcaldesa. A pesar de la buena experiencia este año no han querido repetirlo y volvemos a la oferta cultural de siempre: entrada cara y público destinatario “persona adulta de más de 40 años”. Faltan actividades culturales para todos los públicos, y actividades para familias, menores y jóvenes. Tenemos un centro de cultura (Muxikebarri) que costó más de 50 millones pero las plazas se siguen dando por sorteo. Debemos defender también a ese cada vez más inexistente “Getxo verde”. Los núcleos urbanos cuentan cada vez con menos arbolado y menos parques. Andra Mari y Azkorri siguen bajo la amenaza del ladrillo y la especulación. Hay que reverdecer los barrios y proteger los entornos rurales y naturales. Parar el PGOU y elaborar uno nuevo bajo criterios de sostenibilidad y participación ciudadana real. Getxo tiene un enorme potencial para dejar de ser el pueblo de las carencias. Un enorme potencial para ofrecer a sus vecinos y vecinas mejores servicios públicos y mejores entornos donde vivir. Para todo ello, Getxo necesita un cambio político. Hay quienes insisten en facilitar el gobierno a la derecha cada legislatura, o que querrían cogobernar con ella. No voy a pedir a todos los votantes que cambien de partido. Ni que se afilien mañana a Podemos o Izquierda Unida. Solo les voy a pedir que presten su voto, quizás una vez más, para cambiar Getxo. No para hablar de banderas ni para mantener al PNV cuatro años más, sino para hacer política de barrio(s). Las elecciones municipales es algo más que elegir entre partidos políticos. Es elegir cómo queremos que sean nuestros barrios y calles. Y Getxo es nuestro pueblo, no su negocio.