Lo que un día fue un edificio emblemático en Algorta, e historia de nuestro municipio, la escuela infantil Haurtegi, ya ha sido reducida a polvo y cenizas. Otra decisión unilateral del Equipo de Gobierno de Getxo, que no defiende nuestro patrimonio cultural y urbanístico. En este caso se cerró tras un polémico ERE, una guardería que funcionaba hasta el verano pasado, para especular abiertamente con sus terrenos. Es inadmisible la desprotección de patrimonio que hace el gobierno municipal y que, a sabiendas que solo se cuenta con una guardería pública en Getxo, se haya permitido también el cierre de otra que al ser concertada recibiría fondos públicos.
Estas decisiones chocan frontalmente con el modelo de ciudad que buscamos desde Elkarrekin: Getxo necesita no solo mantener su identidad a través de la historia de cada barrio, sino potenciar equipamientos como el que se acaba de derribar. Destruir un equipamiento educativo para construir viviendas libres no ayuda precisamente a la demanda del momento histórico que vivimos.
Lamentablemente tenemos más ejemplos de este descuido por el patrimonio en los caseríos cuya reparación no se ha permitido, en el derribo de varios edificios singulares que caracterizaban el paisaje urbano del municipio, o la condena al derribo de la Nagusien Etxea de Romo.