No a la violencia machista, no a la violencia vicaria



Recientemente, los ayuntamientos vascos nos hemos concentrado en repulsa de la violencia machista que ha golpeado fuerte en las últimas semanas, y especialmente con la violencia vicaria ejercida por un padre que ha secuestrado y asesinado a sus hijas. Es una realidad que la sociedad está cada vez más familiarizada con el término "violencia machista", aunque muchos medios e instituciones insistan en reducirla a "sucesos" y otros términos que diluyen la responsabilidad de los hombres agresores y asesinos y de la protección que reciben por parte de una sociedad y una in-justicia patriarcal.

Pero la violencia vicaria es un concepto del que, aunque está calificado como uno de los tipos de violencia de género, se ha empezado a hablar recientemente en la esfera pública. Esta violencia es la que los hombres maltratadores ejercen sobre las mujeres víctimas a través de los hijos e hijas que tengan en común. Esto suele suceder cuando el agresor ya no tiene posibilidad de ejercer poder y control sobre la mujer, ya sea porque ésta ha huido de la relación o porque la justicia la ha protegido de alguna manera, como por ejemplo con una orden de alejamiento.

Desde el ámbito institucional, vemos muy necesario que exista una coordinación entre los diferentes niveles de la administración junto a la justicia, sanidad y seguridad para poder garantizar la protección de las mujeres y que no se encuentren solas frente a sus agresores. El lema “no estás sola” debe hacerse realidad a través de la implementación de protocolos efectivos que sean prácticos y realistas en su aplicación. 

Incluso desde el ámbito local, creemos que debe existir una implicación, no solo a través de la coordinación institucional con la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco, sino implantando políticas públicas que sean de utilidad a la hora de evitar situaciones de riesgo y violencia para las víctimas de violencia machista, teniendo en cuenta la protección de las y los menores. Y es que la violencia vicaria, que siempre ha estado presente, ahora es un elemento más dentro de la violencia machista, que cobra más sentido cuando se explica en medios de comunicación y se demuestra con casos reales donde vemos niñas secuestradas e incluso asesinadas por su propio padre, con el único objetivo de provocar un daño irreparable sobre la madre de ellas. 

Desde el ministerio de igualdad se están dando pasos enormes para poder ampliar la protección tanto a menores como a las mujeres víctimas de violencia machista con numerosas medidas a través de nuevas leyes que les amparen. Ahora toca bajarlas a cada ámbito competencial para poder realizar todo lo que esté en nuestras manos, más allá de actos simbólicos como concentraciones de denuncia, declaraciones institucionales o buenas intenciones políticas. La violencia machista solo se combate con verdad, justicia y reparación a las mujeres que la hayan sufrido, y protección de aquellas que están en riesgo de sufrirla. Todo ello, sin dejar de lado la pedagogía entre las generaciones más jóvenes como método de prevención a corto y medio plazo de la violencia en nuestra sociedad.